Nada, está muy claro. Ninguna institución del Estado es responsable de lo ocurrido. Ni mucho, ni poco. Nada. Ni el Banco de España, ni la Comisión del Mercado de Valores, ni el ICAC, organismo que controla el trabajo de las auditoras.Invariablemente los jueces exculpan al Estado de cualquier negligencia o dejación de funciones.
Me refiero naturalmente a las crisis bancarias. Y a las preferentes. Ayer, en una tumultuosa junta de Bankia, el flamante nuevo presidente Goirigolzari, tuvo que oir toda clase de lindezas dirigidas a su persona por los airados accionistas que lo han perdido todo. Está claro que en ellos recae toda la responsabilidad. Aunque la mayoria no tuvieran idea de lo que estaban comprando. La confianza en el director de la Agencia y la credibilidad que les merecia el banco les llevaron al desastre. El producto había recibido los plácemes y el visto bueno de la CNMV y del Banco de España. ¿porque temer? Cualquier muestra de incredulidad o escepticismo, habría conducido a la más ácida de las críticas. Mejor callarse.
Y ahora cuando todo se ha derrumbado y los inversores o accionistas están en trance de perderlo todo, nadie quiere darse por aludido. Los reguladores callan. El Banco de España no sabe nada y la Comisión del Mercado de Valores dice que hizo lo que correspondía. Los intentos de culpabilizar a estas instituciones, han sido frenados por los jueces. ¿Quien se mete con el Estado? Y más en tiempos de penurias y tremendas dificultades presupuestarias. Responsabilizar al Banco de España y a la CNMV, significaría tener que asumir las pérdidas sufridas por tantos y tantos inversores. Esto es, que el Estado les indemnizara. Y el Estado no está por estas alegrías.
Que paguen los de siempre.
En el fondo ya están acostumbrados.