Tras la suspensión de la consulta, la Generalitat también ha paralizado los trabajos destinados a prepararla. Parece que se han producido serias discrepancias entre los componentes del Govern a este respecto. Juana Ortega ha señalado que no está dispuesta a que los funcionarios corran riesgo alguno. Expedientes y sanciones. Después de los fastos, de las celebraciones que acompañaron a la firma del decreto de convocatoria de la consulta, en las que se incidía en el momento histórico que Catalunya estaba viviendo, se ha producido la vuelta a la realidad. Una realidad que escuchando o leyendo a los principales protagonistas del acontecimiento, señalan todos que la decisión de Madrid, no les ha sorprendido. O sea, que ya se lo esperaban. Queda lejos el discurso que se repetía una y otra vez. ¿Y si Mariano Rajoy y el Constitucional abortan la consulta, que?. Y se contestaba siempre con las mismas frases. No, ahora no vamos a considerar si va a suceder esto o aquello. Ahora lo que importa es preparar la convocatoria. Esto es, el presente. El futuro, ya veremos.
Bueno pues estamos ya instalados en el «futuro», que es el presente. ¿Plan B?. No, no hay plan B se decía. ¿Pues que hay?. No se sabe. Sí, posiblemente en el Parlament se cree una Comisión que prepare unas alegaciones que han de presentarse ante el Tribunal Constitucional. No todo está perdido se alega. Sin demasiado convicción se manifiesta que el Constitucional puede canviar de parecer. Pero se olvida que el Constitucional en realidad,no ha dicho nada. Ni posiblemente lo dirá en las próximas semanas. Como que la Constitución establece que la simple presentación del Recurso de inconstitucionalidad suspende la aplicación de una ley, el Tribunal sólo ha tenido que contestar, que daba por presentados los recursos. Difícil por tanto que puedan ahora aportarse unas alegaciones, defendiendo que la ley de consultas y su convocatoria son constitucionales cuando los magistrados del Tribunal todavía no han emitido ninguna resolución sobre el contenido de la norma objeto de impugnación. Total, si se hace, se va a perder el tiempo. El objeto más inmediato será el de contentar mínimamente al personal y justificar el discurso de estas últimas semanas.
Cuesta creer que se haya utilizado una institución como la Generalitat, con el simbolismo que para todos nosotros representa, para organizar una empresa, en la que fácilmente podía augurarse el final.
Esta noche se han iniciado las manifestaciones. Pero ha llovido intensamente en la ciudad.
Tampoco la climatología nos quiere.