Estas son las horas,-que según el programa de Podemos, elaborado por unos profesores de economía,- podrían trabajarse si esta nueva formación política ganara las elecciones. Esto es, en vez de las cuarenta horas actuales, cinco menos.
¿Los resultados?. A mí no me salen las cuentas. Si en mi oficio trabajo menos, ingreso menos. No falla. Si se dedica el tiempo a otros quehaceres, el rendimiento no es el mismo. No hace falta explicarlo mucho más. A menos, naturalmente que la actividad se desarrolle en un sector de más valor añadido. Es decir trabajo poco, pero cobro mucho dinero. ¿Porqué?. Pues porque lo que yo hago no lo hacen los demás, y por tanto me pueden pagar un precio más alto. O bien, a nivel de país, porque tenga petróleo o algún otro bien escaso, aunque el petróleo estos días esté un tanto devaluado, porque haya bajado sensiblemente de precio.
Por tanto, si la población activa dedica solamente treinta y cinco horas al trabajo, o bien el producto resultante habrá de tener un valor mayor o en otro caso, el volumen de unidades producidas también tendrá que ser más alto. Porque si alguno de estos factores no se genera, los sueldos indefectiblemente tendrán que bajar. Y en eso , nadie estará de acuerdo. O bien, -si se quieren mantener-, los márgenes empresariales tendrán que reducirse o los precios de los bienes finales incrementarse. En cualquier caso, las alteraciones en el sistema puede ser tan importantes que incidan negativamente en el precario equilibrio económico en el que estamos.
Otra de las novedades que los economistas Vicenç Navarro y Juan Torres,- a los que se les ha encargado el estudio,- proponen, es la siguiente: que el Estado incremente el gasto público de manera sustancial, a fin de que los ciudadanos dispongan de más dinero para el consumo. Como que las empresas viven de la venta de sus productos y servicios, si la demanda de éstos se acelera, será mucho más fácil salir de la actual crisis.
Evidentemente si hay más dinero en circulación, el mercado se va a animar. ¿Pero de dónde sale el dinero?. Si el Estado, ya en este ejercicio no va a poder cumplir los objetivos de déficit que le exige Bruselas, un mayor gasto, va a suponer,- por lo menos en una primera etapa,- un porcentaje mayor de déficit y lo que aún es más importante: la necesidad de acudir con más frecuencia a la financiación exterior, acumulando más deuda pública. Con todo ello, la prima de riesgo se puede disparar nuevamente, poniendo en grave riesgo la capacidad del Estado, ante los inversores internacionales.
Por ahí, no veo la solución. Ni en las treinta y cinco horas, ni en el aumento del gasto público. A menos que se produjera un cambio en las estructuras productivas que permitiera una mayor eficiencia en los sectores económicos en los que aún podemos competir. Pero desgraciadamente Europa,- España- liquidó la mayor parte de los sectores productivos en favor de los chinos.
Y ahora mismo no sería tan fácil encontrar qué grupo de productos podemos hacer aquí más baratos y de mejor calidad que los que se fabrican en China.
Este es el verdadero problema.