No, que Dijsselbloem, -el presidente del Eurogrupo-, no se queje. Al fin y al cabo Bruselas es la responsable de la victoria de Syriza. Si no se hubiera impuesto una austeridad, tan prolongada al país heleno, no existiría Syriza. Ni Podemos.
¿Podía esperar Merkel, que países como Grecia, asumieran sus responsabilidades, sus deficiencias y se pusieran a trabajar más y mejor, a la manera disciplinada del pueblo germano? ¿Y sin que ello tuviera coste político alguno?. Si lo creía era pura ingenuidad. ¿No había otra alternativa?.
Sí, todos los europeos quieren a Europa, todos quieren una moneda fuerte. Pero se ha de pagar un precio elevado, para ello. No puede existir una moneda fuerte, sin una economía fuerte. Y Grecia, no se merece el euro. El Euro y la economía griega son incompatibles. Y en esta incompatibilidad la Unión europea tiene una piedra en el zapato. Y, o bien se disuelve la piedra, y se sigue aplicando la política impuesta por la troika o tiene que expulsarse para que no altere el funcionamiento y la movilidad del cuerpo.
El flamante ministro de economía griego ya ha dicho que no cree en la Troika. Varoufakis, -al que me referí hace unos días en este Blog,- le ha plantado cara al presidente del Eurogrupo, que ha quedado un tanto sorprendido del envite.Es un juego de poker. Los griegos piensan que Bruselas no quiere renunciar a que su país esté dentro de la Unión europea. Y que si es así, aceptarán finalmente una nueva quita y además que les den dinero para seguir funcionando con más alegria que antes. Si se acepta esta hipótesis, bien. Esto significará que se está dispuesto a pagar el precio, por alto que sea, para que Grecia siga dentro de la Unión.
Pero la cuerda también se puede romper. Y suceder que finalmente se asuma por parte de los socios europeos, que mejor perder lo que ahora se les debe, que seguir aumentando los riesgos. Igual que a una empresa a la que los bancos le han concedido una gran cantidad de préstamos y se preguntan si deben seguir apostando por su continuidad. Porque esta continuidad puede implicar pérdidas mucho mayores.
La verdad es que yo no estaría tan convencido de que Grecia va a seguir con el euro.
Porque al final uno se saca el zapato, y tira la piedra.
Porque ya no la podía soportar más.